Valentina Salazar Ramos's profile

Murindó, tierra acogedora donde nadie es forastero.

“Tierra acogedora donde nadie es forastero”

Ese es uno de los apelativos de Murindó cuando lo googleas; cuando vas, queda totalmente confirmado. Sobre el imponente río Atrato queda este pueblo lleno de gente con magia y miedos, pero, más que eso, gente que espera. Gente con fe. Con más o menos 5000 habitantes, este municipio de Antioquia alberga un sinfín de historias dedicadas a la lucha constante y a la espera casi infinita. “Ahí se han ahogado como tres niños”, “La cancha quedó inutilizada porque nos inundamos 10 meses del año”, “Aquí nadie hace nada y nosotros seguimos igual”, me decían y aún así, con cada frase esbozaban una sonrisa, ¿cómo lo hacían? No tengo explicación. Jamás hubiera imaginado que a mi alma le hacían falta estos pedazos de información emocional. Estas miradas, estos sonidos, estas declaraciones y, sin más, me encontraba anhelando, más por otros que por mí, un cambio, un vuelco, una historia diferente. Los han desterrado. Los desterraron con la equívoca idea de que las necesidades están en las grandes ciudades; que necesitamos nuevos edificios, que necesitamos sedes de bancos más grandes, más centros comerciales, más parques, más, más, más, y ¿dónde está la inequívoca idea de que existe gente siempre con menos? Hemos distribuido los valores mal. La tristeza que sentí recorriendo las tablas que tienen por calles, me movió más que muchas derrotas que yo consideraba acumuladas últimamente. Estos días he entendido que a veces el corazón exige movimiento. Que el amor romántico no es lo único que cambia los días, la vida. Que nunca hay un centro cuando somos tantos, cuando nos falta tanto. Nunca más nos creamos el cuento de ser más importantes que otros. Eso nunca es del todo cierto
Murindó, tierra acogedora donde nadie es forastero.
Published:

Murindó, tierra acogedora donde nadie es forastero.

Published:

Creative Fields